Cuando veo a un par de personas que a mi alrededor, pueden tomarse la vida con más calma, con más gracia, más leve, no puedo evitarlo. No importa cuanto los quiera. Me da envidia. Me duele la cabeza de aquel extraño malestar que surge pero que no quiero. Es un sentimiento sucio que no encaja con el cariño y que me apena admitir que siento pero existe.
Por supuesto, tiene que ver con inseguridad y quizás con celos. Estoy consciente de ello. Mucha de esa envidia me nace por no haber podido estar ahí con ellos, por no ser participe de sus recuerdos, por no ser el centro del universo como me gustaría serlo. Es egoísta, claro que si y no tiene prácticamente nada de sentido porque pedir ser el centro del par de personas que me quieren es estúpido, es irracional, es ... simplemente una idiotez.
Escucharlos en cuanto a eso a veces es una tortura. Que se han conseguido un nuevo novio, que ya tienen nueva novia, que se fueron a tal lado con tales personas, que han hecho un nuevo amigo, que han salido con tales extraños y ahora son muy queridos. Y a mi me mata saber que nunca seré la nueva pareja, el alma de la fiesta, la persona con la que se la pasaron magnifico.Me tortura, me envenena, me enfurece a veces. Pero los quiero y como tal no quiero tener este sentimiento, no quiero darles mala vibra porque les deseo lo mejor. Que importa que yo no pueda tener todo eso? De hecho Quien dice que realmente no puedo mas que yo?.
Te libero envidia y te doy una patada en el trasero. No me controlas, no me defines, no me torturas. Habré de trabajar en mi para librarme de ti finalmente.
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